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En las primeras líneas de la lucha contra el fraude hipotecario

El fraude hipotecario ha sido objeto de titulares en los medios de comunicación del ámbito local y nacional. En la mayoría de los casos, el fraude hipotecario se comete a través del robo o la falsificación de identidad, haciendo que el prestatario parezca ser quien no es, con un mejor empleo, más ingresos o menos deudas. Alguien con mejor solvencia crediticia.

Pero en algunos casos de fraude hipotecario, un corredor hipotecario o un oficial de préstamo le dicen al acreedor hipotecario (es decir, al prestamista) y al prestatario que la propiedad vale más de lo que realmente vale. De esta manera, pueden cerrar la operación de préstamo por un importe más alto y cobran una comisión mayor. Como por lo general algunos agentes de bienes raíces también cobran un porcentaje de la venta como comisión, a veces pueden verse envueltos en el fraude. En realidad, la mayor parte de los oficiales de préstamo, corredores hipotecarios y vendedores de bienes raíces son personas éticas y nunca pensarían en involucrarse en un fraude hipotecario. Pero este tipo de fraude hipotecario siempre lo origina una de las partes que cobra una comisión sobre el cierre de la venta.

En ocasiones, este fraude puede llevarse a cabo sin la participación de un tasador. Simplemente se alteran informes de tasación honestos y profesionales, o se falsifican las firmas de tasadores honestos y profesionales. Sin embargo, en la realidad, el hecho de que un tasador sea cómplice frecuentemente hace que sea más fácil perpetrar un fraude hipotecario. Al mismo tiempo, los tasadores son la mejor defensa de los propietarios, de los prestamistas y de la economía contra el fraude hipotecario.

A los tasadores se les paga un monto fijo por su trabajo, independientemente de que el trato se cierre o no. A los tasadores los contrata el prestamista que está considerando la posibilidad de prestar el dinero para comprar una casa, y trabajan para él. Ese prestamista está interesado en obtener la opinión profesional y objetiva de un tercero acerca del verdadero valor de la propiedad. El prestamista necesita saber que, si el prestatario incurre en incumplimiento, la garantía colateral utilizada para asegurar el préstamo (la propiedad) es lo suficientemente valiosa como para cubrir su pérdida.

Los tasadores no trabajan para agentes de bienes raíces, corredores hipotecarios ni oficiales de préstamo que actúan individualmente por una comisión. Si lo hicieran, estarían sometidos a más presión para "hacer que el trato funcione" que para llegar a una opinión profesional y meditada sobre el valor de mercado de la propiedad. Los tasadores tampoco trabajan para los prestatarios, por lo menos en el contexto de un préstamo hipotecario. Pero los prestatarios trabajan en estrecha colaboración con los corredores hipotecarios, con los oficiales de préstamo y con los agentes de bienes raíces, y obtienen los mayores beneficios de una valuación objetiva de la propiedad que desean comprar realizada por un tercero.

En el caso de que se produzca un hecho gravísimo, como pérdida del empleo, enfermedad, divorcio o muerte, como consecuencia del cual el prestatario no pueda continuar realizando los pagos sobre la propiedad que ha hipotecado, tendrá que poder vender la casa como para obtener suficiente dinero para cubrir el saldo de la hipoteca. Es por ello que nadie se beneficia más de la opinión profesional de un tasador sobre el valor de una vivienda que el nuevo propietario de esa vivienda, aún cuando no tenga con el tasador una relación de cliente directo.

Como sucede con algunos corredores hipotecarios, oficiales de préstamo y vendedores de bienes raíces, algunos tasadores son "la manzana podrida del cesto" y aceptarán ser parte de un plan para estafar al prestamista y al comprador de la vivienda para poder cobrar una comisión más alta. No es nuestro caso ni el de la vasta mayoría de los tasadores. Como dijimos antes, el tasador cobra un monto fijo, independientemente de que la operación de préstamo se cierre o no, y no trabaja para ninguna de las partes de la operación que cobran comisiones. Los tasadores son, en consecuencia, la primera y mejor línea de defensa del propietario y del prestamista contra el fraude hipotecario.